jueves, 1 de abril de 2010

Generación de los Ochentas

Generación de los 80´s, una rúbrica en la poesía de Nicaragua

*Carlos Calero

El interés por difundir esta antología virtual de poesía nicaragüense, pretende abarcar el periodo de los años 80 al 90, y se apoya sobre el criterio de que no existe el más mínimo interés político ni personal que pueda malograr esta vocación de rescate y memoria poética, en un país horadado por las paradojas más vivas que pueda tener una geografía de contrastes y búsquedas, en la escena trágica porque aún no encuentra respuesta firme a su derrotero histórico. No pretendermos, por gustos arbitrarios, prejuicios políticos ni afinidades estéticas, excluir a nadie, porque de esta forma vedamos la oportunidad a un escritor o escritora de mostrar su trabajo poético, que a fin de cuentas es patrimonio de la literatura nicaragüense. También respetamos la opción estética de los antologados; aunque no dejamos de ser suspicaces con el valor y rigurosidad para seleccionar este corpus de textos. Con esto, este volumen se torna sitio y punto feliz de encuentros, vértices, emergimientos y desborde de prácticas poéticas y hasta políticas, incitados por el propio trabajo de los poetas, en su mayoría vigentes hasta esta fecha.

Arrancamos con los poetas de los cuales nos ha sido feliz recopilar sus textos; pero confiamos en que poco a poco otros poetas nos irán enviando su material literario. En concordancia con los poetas Erick Aguirre, Juan Carlos Vílchez, Santiago Molina, Manuel Martínez y este servidor, Carlos Calero, hemos prefijado una lista de otros poetas a los cuales hemos incluido como parte de esta Generación (Juan Centeno, Tania Montenegro, Silvio Páez, Isolda Hurtado, William Valle Picón, Pedro Xavier Solís, Erick Blandón, Erick Aguirre, Emilio Zambrana, Juan Chow, Ariel Montoya, Gustavo Páez, Karla Sánchez, Ahmed Campos, Carlos Castro J0, Alba Azucena Torres, Milagros Terán, Martín Aguilar, José Mendoza, Manuel Martínez, Carlos Calero, Alvaro Rivas, Carola Brantome, Marianela Corriols, Juan Carlos Vílchez, Anastasio Lovo, Félix Navarrete)

La poesía, desde Rubén Darío y algunos contemporáneos suyos y sucesores inmediatos, le ha dado a Nicaragua un sello de marca en la historiografía del texto poético universal; a esto sumamos el gran aporte de la Vanguardia Nicaragüense con sus vértices europeos y norteamericanos, además del sustrato intencional por lo nacional y popular. Como toda generación o grupo, se convierte en ícono de la vivencia temporal y vivificadora que se interna en las experiencias más profundas de la vida de un país y su historia; además, la consecuente versión que plantea una época de contemplación, testimonio militante, recreación o revelación del ser nacional, si es que pudiera atisbarse un asomo a la ontología del hombre y mujer nicaragüenses, en tanto expresión de identidad y búsqueda sisífica y diogénica del bien y sentido común de una convivencia social y política en ciernes.

Durante el periodo de los años ochentas al noventa, Nicaragua vive y expresa, en buena parte de sus vates, los avatares de una propuesta temática que rescata la experiencia militar y política como eje de sobrevivencia y resistencia cultural, ideológica y económica contra los intereses de las naciones imperiales y el proyecto cultural de una sociedad diseñada por las coacciones e intereses de la dictadura militar protagonizada por el somocismo. Fue natural y comprensible esta épica, a veces panegírica y hasta dogmatizante de algunos grupos y poetas que coexistieron, a la par de otra forma de pensar el asunto político y cultural, con generaciones de escritores convergentes y escasamente divergentes en el escenario cultural de la época.

Con esta muestra demostramos que no siempre primó el tema político-partidario como erróneamente han señalado algunos críticos; pues en el escenario posguerra, igual que ahora, privó el impulso creador y viviente de la expresión poética del ser humano y sus versiones interiores en aproximación al objeto de lo estético, como es la vida y su absoluta libertad de crear y renovarse. Lo otro fue una opción puramente personal.

Esta antología invierte en sus aristas y apunta a que también los poetas de este periodo buscaron la experiencia de otros paisajes, otras vivencias existenciales más allá de normas y recetas que podía incubar el espíritu del quehacer cultural oficial, con el afán político de dar oportunidad, voz y protagonismo a los sectores más diversos y populares en el periodo de la victoria sandinista.

Por otra parte, queremos hacer justicia poética, con algunos de los poetas que aparecen en este sitio, pues por alguna u otra razón los diversos antologadores de la actual poesía nicaragüense no los han incluido en sus versiones; lo que extraña, pues son poetas con una obra meritoria y publicada hasta con varios volúmenes, difundidos y publicitados no solo dentro de nuestro país, sino hasta fuera de él.

Con esta nota de presentación no se pretende elaborar ningún estudio sistematizado del fenómeno de esta época, que implica grupos y “movimientos”, instituciones culturales, lideratos y suplementos literarios; pero sí invita a los investigadores y académicos a orientar su crítica hacia este intersticio de vigores, sueños, fulgores y promisiones; así como descifrar y consultar el oráculo de un destino incierto que ha inspirado a una nómina de poetas de los cuales tal vez alguno ha fallecido, o se han dispersado en el vórtice del magma donde el tiempo juzga y valida a los que se expresan en su lírica como sobrevivientes, y hoy son parte ineludible del panorama de la literatura actual en Nicaragua. No omitiremos el esfuerzo del poeta Carlos Calero, por servir de puente y aliento para que esta antología sea posible editarla, posteriormente, en Costa Rica.

En fin, este coro de poetas antologados, quizá, sea la versión nicaragüense de lo que dice Boris Pasternak, en uno de sus poemas en su libro “Mi hermana es la vida”: no son otra cosa que descargas/ de la pasión acumulada/ por el humano corazón.”

*(Poeta Carlos Calero, pertenece a la Generación de los Ochentas, y quien actualmente vive en Costa Rica..)

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